jueves, 30 de agosto de 2007

Ayer estoy feliz porque mañana estaba aquí

Tensión desaparece a algunas horas de escribir. Nunca me cansé, nunca me morí. Pero pasó un día que corría por el parque. Apareciste tú, personilla cansada, ojos, vidrios de poco dormir. Sentí un escalofrío. Me sentí cansado, caí al suelo, morí. Mañana conocí a una niña. Pasado mañana me contagió algo que yo no nunca sabré lo que es; Era una especie de yo encapsulado en jarabe. De un momento a otro me sentí libre como un reo liberado. Quise probar que tanto habría resultado, di un pequeño salto infinito de cinco centímetros, inmediatamente antes intenté saltar más alto, logré saltar un metro, y al principio di mi último salto. Quince metros es buena marca para un perdedor, yo salto millones de metros desde que me transformé en un niño, porque eso es lo que la magia de la droga del cine produce produce en mí.

domingo, 26 de agosto de 2007

¿Será eso lo correcto?

La verdad es que nada es verdad. Es solo un cuento de hadas, una historia de fantasía. ¿Por qué perder el tiempo en hablar temas de culto?. ¿O acaso es tiempo ganado?. Cuando sigo a la razón maduro. Cuando sigo a mi corazón soy feliz. ¿No es esto un dilema?. Estoy en contra de la humanidad. Lamentablemente amo la humanidad. ¿Esto es un dilema?. Todo, hoy, me parece raro. Que lindo es verte despertar. ¿Estará eso bien?. Que lindo es tenerte en mis brazos. ¿Será eso lo correcto?.


Pienso y digo hoy... ...No me importa el dilema... ...¿Cómo puedo decir esto?...

Mientras esté feliz lucharé por ella.

Mientras esté pensando lucharé por ello

martes, 14 de agosto de 2007

Diario Colectivo

Llueve torrencialmente, camino lentamente bajo la lluvia, huelo mi mano, sabe a la relación amorosa de hace una semana. Se me cruzan un par de personas que no logro ver. Con un movimiento de mi dedo índice hago que la micro se detenga. Completamente empapado diviso un asiento desocupado junto a una persona al parecer interesante. Pienso que debo decirle algo. Pasan miles de frases por mi cabeza. Miro por la ventana. Me pongo de pié, me despido, y como reacción, esa persona me mira con una cara de disgusto.

lunes, 13 de agosto de 2007

Golpe en la boca del estómago

A diario nace en el mundo mucha gente. A diario se crea en el mundo mucha gente. A diario se cree en el mundo y en la gente. A diario muere el mundo por la gente. A diario la gente mata al mundo. Caras verdes, pelos rojos. Antes si, ahora no. A diario muere la gente por la gente. A diario la gente mata a la gente. Diversión, placer, psicodelia, ¿Canas?. Número y circulo sin alma, ¿Arma?. Pero a la gente le gustan los amores incompletos. Perros, roedores, globalización. Huesos secos, tesoro. Nudo en la garganta, ¿reflexión?. Todo está bien. Nacer, dejar, creer. Todo está mal. Estado, moral, pensar.

domingo, 12 de agosto de 2007

Noche sin Luna


Corriendo por la calle dio un tropiezo y se quebró una oreja. Esta comenzó a sangrar. Una persona extraña, que extrañamente odiaba la sangre, se acercó y con una extraña expresión en el rostro al ver que sufría, le ofreció la otra mejilla. Ambos se levantaron del suelo, se quitaron sus ropajes y emprendieron una aventura sexual completamente nueva. Frente al mercado uno de ellos decide obsequiarle al otro un litro de sangre azul, que es bebida e inmediatamente orinada con asco. Al ver este grandioso gesto, decide que ambos se enterrarían juntos el día de su muerte. Al día siguiente despertaron en en una casa abandonada frente a un parque, se miraron y extrañados se marcharon.

miércoles, 8 de agosto de 2007

You Know My Name

Hablando casi mucho entre las nubes de una película porno francesa. Me quedé en silencio, me preguntó el por qué, yo mirándola fijo a sus lindos ojos de dilatadas pupilas le dije; Como todo buen idiota como por los ojos y cago por la boca.

martes, 7 de agosto de 2007

.L.&.P.

Un día me alejé y nació mi hijo de carbón que crió una esperanza de amor, murió sin siquiera conocerla. Cuando dejé mi casa intenté volver a mí y no pude. Corrí bajo la lluvia y me mojé hasta los huesos, pero junto al agüita mojada entro una especie de turbulencia que arranca de mis labios unas cosas raras, escasas y muy profundas.

jueves, 2 de agosto de 2007

NADA

Nada más triste que cuando quieres odiar y no puedes
Nada más triste que cuando quieres llorar y no puedes
Nada más triste que cuando quieres creer y no puedes
Nada más triste que cuando quieres morir y no puedes
Nada más triste que cuando quieres vivir y no puedes
Nada más triste que cuando todo se transforma en nada
Nada más triste que cuando la felicidad es opacada
Nada más triste que un momento feliz de memoria
Nada es nada si lo miras y sientes
Todo es nada si caminas rápido

La Mierda que se respira en el mundo

Mi madre grita: ¡Ente, ve a comprar unas cosas al supermercado!. Yo me paro de un viaje porque acabo de despedirme del amor de una flor y estoy muy feliz. Salgo de mi pieza, salgo de mi casa, camino en la oscura noche pensando en aquella primavera ausente, todo me parece digno de un sueño celeste. Tomé las cosas que mi madre me pidió, hice la cola para pagar en la caja, saludo a la cajera, ella me saluda y me pregunta algo, una señora detrás de mí se confunde y responde, se arma un lío y después todos reimos, casi por irme la señora que se encontraba detrás de mí me lanza un insulto como estocada en el corazón, siento ira pero camino a mi casa carcomido por las palabras de esa señora. Me arrepiento de no haberle lanzado un garabato en la cara y odio a la gente y odio intentar ser amable un minuto.

Deplorable

Escuchaba en el pendrive de una amiga una canción desconocida para la mayor parte del planeta, pero que coincidentemente ella, que estaba sentada junto a mí en esa banca que muestra realidades, conocía. Observé a la distancia, en una heladería, una señora que compró un cono de helado de grandes proporciones. El joven que la atendió, al servirle su pedido, lanzó un estornudo que fue atrapado con su hombro a unos cuantos centímetros del helado. De inmediato, al percatarse la señora de esto y de una forma muy alterada, comenzó a regañarle y a exigirle que cambiara el helado. El joven, un tanto nervioso, dijo a la señora que no podía servirle uno nuevo, ya que el recién servido no tenía nada. Después de unos minutos de discusión, la señora tomó le helado de muy mala gana y enojada lo arrojó al fondo de un basurero. Yo seguí escuchando música con mi amiga, haciendo oídos sordos a lo que acababa de ver. Manifesté mi emoción por el hecho de que ella también conocía esa canción que a mí me gustaba tanto. De pronto, en un acto realmente estremecedor, un hombre de aspecto deplorable grita de emoción, nosotros le miramos y nos damos cuenta de que está muy feliz tomando helado.