domingo, 12 de agosto de 2007

Noche sin Luna


Corriendo por la calle dio un tropiezo y se quebró una oreja. Esta comenzó a sangrar. Una persona extraña, que extrañamente odiaba la sangre, se acercó y con una extraña expresión en el rostro al ver que sufría, le ofreció la otra mejilla. Ambos se levantaron del suelo, se quitaron sus ropajes y emprendieron una aventura sexual completamente nueva. Frente al mercado uno de ellos decide obsequiarle al otro un litro de sangre azul, que es bebida e inmediatamente orinada con asco. Al ver este grandioso gesto, decide que ambos se enterrarían juntos el día de su muerte. Al día siguiente despertaron en en una casa abandonada frente a un parque, se miraron y extrañados se marcharon.

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