jueves, 24 de mayo de 2007

Scatterbrain


Un joven seudonormal, de temperamento suave, muy relajado, un poco idealista, que no fuma ni bebe ni jala ni se inyecta, que de vez en cuando goza de andar sentado en la micro con su cabeza vibrando apoyada en el vidrio, que le gusta sentarse también frente a la pinacoteca en la banca de piedra, y mecerse alli mientras la gente pasa, que goza con los más finos detalles de la vida, que de vez en cuando olvida su origen y sus límites mentales, que sus emociones lo llevan de un lado para otro transformándolo en un ser multipolar, que es relativamente buen alumno, que le gusta relacionarse con la gente, aunque sea solo intercambiando una sonrisa en la calle, que sufre de ataques depresivos de pocas horas, en los que suele escuchar radiohead y escribir con el odio de su corazón, en los que también desea cosas malas que no debería desear, que no se divierte, y esto porque en su vida fue lo único que no le enseñaron sus padres, que llora desde el centro de su alma, que admira la fantasía, esa cosa extraña por la que muchas veces le llaman loco o idealista, que intenta seguir a su corazón, aún por el camino más doloroso, que por un minuto de amor regalaría mil de dolor, que en este momento se encuentra sentado frente a una pantalla, que en este momento escucha música hecha para estos momentos, que le gusta caminar por las calles de concepción y le gusta llevar un rumbo indeciso y que le gustaría a veces no tener celular, que vive feliz y triste a la vez, que tiene dos madrinas hermosas, que tiene una novia aún más hermosa, tambien tiene una vida hermosa, que agradece a sus pesares su forma de ser, que vive en un seudo carpe diem deformado por la rutina, que espera interminables momentos, en que suelen dejarlo esperando, con ansias, pero hasta cierto punto, porque su paciencia tiene un límite, y aunque es muy amplio, se quiebra, también se le baja el ánimo, no se enoja casi nunca, que se imagina, para bien o para mal, todo lo que le dicen, produciéndole más de alguna preocupación amorosa y más de alguna injustificable carcajada en la vía pública, joven que a esta altura del escrito no tiene polola, pero que está muy feliz y no sabe el por qué...

sábado, 12 de mayo de 2007

Carta al señor del paraiso con copia al infierno




Carta al señor del paraíso con copia al infierno




Hoy es un día especial, y esto por nada sobrenatural. Ustedes han velado por mi cuerpo matar, por mi mente desvelar, han incendiado mis cartas de amor con incomprensión, ustedes mataron mi alma infantil para convertirla en esta cosa que es hoy, me han llenado de crítica desmesurada, de sangre coagulada en mis zonas menos ágiles. Pero hoy no es una crítica lo que pretendo, sino más bien una ignorancia, una premeditada ignorancia que no será fácil lograr, lo que haré será mentir, engañar, para por fin aniquilar esa cosa fría cándida de la que ustedes me han dotado. Para serles franco no es nada agradable, de hecho ni me interesa, pero esta vez me enamoré enserio, y solo por eso, que creo que se llama amor, voy a subir la cumbre más empinada para luego dejar allí todo el fimo cerebral que me atormenta. Es agotador todo esto, el hecho de volver me asfixia, pero es necesario para salvar mi vida, de sus garras untadas con ouabaina, elixir de los depresivos, nostálgicos y enfermos, cuál cianuro de saltos mortales.


He hecho una promesa, y con igual fidelidad de la que a mí respondo, responderé a ella, pero no con las lágrimas que ustedes esperan, ni con el sumo fundamentalista que jamás volveré a probar.


Con esta carta de mi rebelde persona hacia el señor del paraíso con copia al infierno quiero dejar en claro que no moriré nunca más de la misma forma en que solía hacerlo, y que sin dejar mis parámetros valóricos, saldré de mi mismo por un tiempo a dar una vuelta por ahí.




Atte.


Yo