lunes, 30 de julio de 2007

RARO

Por esa razón trato de definir lo que siento, es como amargo de cerebro, o más bien como triste de decepción, pero aún no quedo conforme, es otra cosa, es como ese estar desahuciado sin remedio y sin haber tenido enfermedad, es como vivir en el mundo de los muertos y de una vez morir. Pero si me detengo a observarle desde otro punto de vista es un productivo ocio de invierno que carcome mis ideas y derrumba mi vida hasta el punto en que tengo que construir una identica a la del vecino, y a la del vecino de este. Es raro dedicarte a no pensar, dejar que todo fluya en un mundo de crítica y de voces mudas, es triste estar feliz, porque nadie la felicidad codicia, es humillante sonreir porque nadie te sonrie, y quien lo hace, se pregunta; ¿Quién es este tipo que me sonrió?.
RARO

1 comentario:

Pablo Krbllnk M. dijo...

Yo una vez intenté no pensar pero no pude pasar más allá de 10 segundos, quizás menos. Me aconsejaron de que no fuera tan grave, "denso", que pensara en cosas más frñivoles, superficiales. Pero no pude tampoco.
No diga que es humillante sonreír. En lo personal creo que es un simbolo de valor y nos permite recordar que es algo necesario, quizás hasta fundamental en nuestras ya hastiantes rutinas